Ya tocaba poner de nuevo unas fotitos de nuestra felina Giulietta. Nos roba el alma y el corazón todos los días, porque es más femenina que cinco gatas juntas. Disfruta como una enana viéndonos trabajar delante de la pantalla del ordenador, y si mamá se pone sentada en el sofá con el portátil en las piernas, ella no pierde detalle.
Y se ha puesto tan guapa que incluso ya es la imagen corporativa de la nueva empresa de Papá. Es que esa mirada es irresistible.
Nunca entenderemos cómo es posible que existan personas en este mundo capaces de hacer tanto daño a estos animales. Creemos que nadie obliga a nadie a estar con ellos, al menos en la mayoría de los casos, y por eso es incomprensible que mucha gente se encapriche con una mascota como si fuera un juguete que puedes dejar de lado en cualquier momento sin que sufra. Aquell@s que maltratan a los animales, los que los abandonan, e incluso los que se deshacen de ellos con cualquier excusa seguramente nacieron sin corazón, sin alma y sin los valores que nos deberían defender a los humanos como la mayor creación de Dios, de la naturaleza o de aquello en lo que creemos. Cada vez pienso más que si el ser humano alguna vez desaparece de la faz del planeta, será porque nos lo hemos ganado a pulso, con cada guerra, con cada gesto de violencia, con cada detalle de odio hacia los demás, con cada indiferencia hacia seres tan queridos como nuestras mascotas.
Si ha de haber un cambio en este 2012, un gran cambio en este mundo, esperamos que sea un cambio de conciencia en todos nosotr@s, un cambio que nos haga profundizar en lo que somos, en el papel que jugamos en esta vida, y un cambio que nos dirija hacia un mundo en el que exista la esperanza de legar a nuestr@s hijos e hijas algo con lo que sentirse orgullosos algún día.
Hasta entonces, mirar a nuestros gatunos y a nuestra perruna nos llena de vida cada día.
Para Giulietta, Odín, Bicho y Bella.
