viernes, 12 de agosto de 2011

Ahora es la minina más feliz del mundo¡¡¡

Aquí tenéis una nueva fotito de nuestra Giulietta. Es increíble que cada vez que posa a la cámara, nada más escuchar el clic del obturador se queda fijamente mirando... y por eso sale con estos ojazos que tiene. 

Está creciendo muy bien. Ya lleva una semana con nosotros, come muy bien y se vuelve loca jugando por el salón. Poco a poco está recorriendo y adentrándose en el resto de la casa, un descubrimiento alucinante para ella. 

Sus juguetes preferidos son todos los que Odín tenía, nuestro Bosque de Noruega, y que como éste apenas les hacía caso pues están prácticamente nuevos. Es una cazadora nata, y tiene una agilidad y reflejos dignos de admirar.

La queremos con locura¡¡¡¡

Cualquiera diría que está posando para National Geographic

martes, 2 de agosto de 2011

Explorando nuevo mundo

Aquí tenemos a nuestra pequeña Giulietta... descubriendo todo lo que tiene ahora a su alrededor... y no es poco¡¡¡ Ahora le toca lidiar con el carácter de Bicho, que evidentemente siendo el más veterano gatuno en casa le está marcando las directrices y protocolos de habitabilidad¡¡¡¡

Esta tarde se echó la siesta en el mega rascador "Parque Warner" (como dice Mar) de los gatunos.

Odín tiene un carácter tan bueno que se ha convertido en su protector, y ya se han dado mimitos y cabezazos mutuos de cariño, y en cuanto la tenemos en el suelo se lanza a buscarlo, y Odín le responde con su locuaz maullido.

Y Bella la trae loca, porque como buena Cocker que es tiene energía y nervios para dar y regalar, y claro, ahora mismo la mantenemos a distancia de nuestra peque gatuna, que los besos efusivos de Bella pueden ser dañinos sin querer¡¡¡ y Giulietta aún es muy pequeñita.

Investigando en nuestra cama redonda del ático

Nuestra veterinaria calcula que tiene unas 6 semanas, así que estamos viendo que fecha ponerle para cuando celebremos su cumple.

El ojito izquierdo vino con un poquito de conjuntivitis, pero bueno, nada grave, y en un día y medio a mejorado a pasos agigantados.

Es una gatita muy noble y muy cariñosa.


Qué guapa ella con su plumaria... que bien posa¡¡¡

Bienvenida a casa Giulietta



La historia de Giulietta
Giulietta ha entrado en nuestras vidas por sorpresa. En estos casos se suele decir que sin avisar, pero en el caso de ella diremos que fue avisando y con fuerza.
Como polizón en un barco, nuestra queridísima y recién llegada minina venía camuflada en el motor del coche de una compañera. Había recorrido unos 30 kilómetros entre el calor y el ruido del motor, mientras maullaba desesperada y asustada. Un milagro, o quizás el instinto que les otorga la naturaleza, quisieron que Giulietta se quedara paralizada durante todo el recorrido, mientras daba todas sus energías en maullar y maullar.
Cuando me pidieron ayuda pude percatarme del grito de socorro de nuestra felina. Abrimos el capó del coche, y oíamos a Giulietta maullar y maullar, pero no la veíamos. Era difícil entrever dónde estaba escondida, agazapada y asustada. 
En un instante pudimos observar en qué parte del motor del coche se encontraba. Me miraba desesperada sin saber qué hacer, y nos propusimos rescatarla, sin saber muy bien cómo daríamos con la solución para tal fin.
Fueron casi dos horas y media intentado sacar a nuestra queridísima minina. Dos horas y media en las que intentamos que saliese por sus propios medios... atrayéndola con el cordón de unas zapatillas..., echando agua por una de las partes bajas del coche... pero no se movía del sitio.
Con cautela me llevé el coche de mi compañera a una zona cercana pero apartada, con una amplia zona de parking libre, que me permitió subir ambas ruedas delanteras en el bordillo de la acera, para poder acceder por debajo del coche hasta la gatita. Ni siquiera así Giulietta se dejaba coger.
Finalmente, y gracias a que en un comercio cercano me prestaron una barra de metal, de esas que se utilizan para enrollar y desenrollar los toldos, pude empujarla de un lado a otro de la parte baja del motor. Aproveché el momento para meter el brazo por el único hueco que me permitía el coche, y atraparla. En ese momento Giulietta se agarró a mi mano, y no me soltó. Menos mal que llevaba unos guantes de seguridad que suelo llevar en mi coche, y que Mar me acercó nada más empezó toda esta historia, si no tendría todas sus uñas gatunas clavadas en la piel.
Giulietta estaba a salvo, y no tenía ninguna quemadura ni daño físico aparente. Tan solo el estrés de quien a vivido la aventura de ir en el motor de un coche jugándose la vida gatuna, tal como fue en este caso.
Muchos son los detalles que transcurrieron durante esta odisea, pero solo uno importante merece ser contado... Giulietta no presentaba el aspecto de un gatito callejero, sino el de un minino abandonado a su suerte, acostumbrado al calor humano... así lo creemos nosotros y aquellos quienes la han visto.
Ahora forma parte de nuestra familia... puesto que no íbamos a abandonarla. Pensábamos buscarle nuevos dueños, pero cada vez que lo mencionábamos nos pegaba un maullido del que sobran las palabras. Así que ya tuvo su primera visita veterinaria, su primera desparasitación, y su primera analítica porque evidentemente queríamos saber que estaba completamente sana antes de integrarla en nuestra familia gatuna y perruna, como decimos nosotros. Dió negativo en la inmunodeficiencia felina y supimos entonces que ya no había vuelta atrás... Giulietta tenía nueva familia, la nuestra.
De toda esta bonita historia os contaremos para terminar que su nombre evidentemente se lo pusimos pensando en que había venido en un coche, y pues nombre de coche le pondríamos. Solo que hicimos trampa... vino en un Wolkswagen Polo... pero se nos fue la cabeza hacia un coche mejor... ya sabéis cuál es. 
Giulietta, bienvenida a casa.